Las redes sociales son maravillosas para conectar, dar a conocer nuestro proyecto, crear comunidad… y para caer en la trampa de la comparación. Para evitarla hace falta algo más que un poco de fuerza de voluntad. practica la confianza nr tu proyecto y trabaja tu storytelling.
Hace unos días una clienta me comentaba que cuando nos comparamos, le estamos robando la alegría a la vida.
Y en las redes sociales es muy fácil caer en comparaciones. Son una trampa mortal de la que es difícil escapar. Ni a lo Indiana Jones dando latigazos. Que si Fulanita publica todos los días, que sus fotos son mejores, que cómo lo hace Zutanita para vender tanto. Que menudo culo tiene la Kardashian. Que el césped es más verde en la acera de enfrente.
Being there, done that.
No sé vosotros, pero yo estoy cansada de este bucle perverso que es entrar en Instagram y empezar con esta cantinela. Porque cuando acabo, se me queda un regusto amargo en la boca, como si hubiera comido ceniza. Y le quita toda la gracia a mi red social favorita.
Así que cuando mi clienta me hizo ver que las comparaciones son malas malas, se me encendió una bombillita en la cabeza y me dije, Ay María, tú lo que tienes es un caso de comparativitis aguda.
¿Llevas un tiempo entrando lo justito en las redes sociales?
¿Y has publicado menos y con menos ganas?
¿Más por compromiso que otra cosa?
Sin chispa, ni frescura, ni emoción.
Por cumplir el expediente.
Amigo, no estás solo. yo llevo así más meses de los que te voy a reconocer.
Así que se ha acabado. Lo dejo. Te abandono, comparativitis. No vengas más. No eres tú, soy yo que quiero volver a disfrutar de mi Instagram. Quiero volver a publicar sin pensar en qué va a hacer Zutanito, y sacar los “y si…” de mi cabeza.
Qué se esconde tras las comparaciones
Son 2 cosas, básicamente:
- Falta de confianza (un síndrome del impostor de caballo)
- y que tu historia no está bien trabajada.
Nos comparamos porque dudamos de lo que sabemos, de nuestros conocimientos, de lo que hacemos, de si somos buenos o no. Porque no tenemos confianza.
Y en cuanto a lo de tu historia, llevo un par de semanas dando la tabarra con esto del storytelling, pero es que yo lo uso mucho. Esto de contar cosas es una de las bases del marketing emocional. Como dice Gemma Fillol, “si no emocionas, no existes”. Porque aunque disfracemos de lógica y racionalidad, nuestras decisiones de compra son impulsivas y se basan en emociones. En lo que nos hace sentir un determinado producto, marca o emprendedor. Así que abraza tus sentimientos por ese nuevo iPhone. Elia Guardiola explica que el marketing emocional:
“Es la disciplina dentro del Marketing que, a través de una estrategia (y su contenido), las marcas logran vincular a los usuarios con ésta gracias al nexo de unión afectivo y emocional. El Marketing Emocional debe lograr que el usuario, consumidor o cliente, termine sintiendo la marca como algo propio para que sienta, además, que forma parte de ésta. Si la marca logra esto, conseguirá que el usuario contribuya a hacerla crecer y evolucionar.”
¿Y esto del storytelling que tiene que ver con las emociones? El storytelling es el arte de contar una historia para conectar con nuestra audiencia. Y conectamos a través de las emociones. Si consigues despertar una emoción positiva en tu audiencia, puedo decirte que estás caminado en la senda para que al final se convierta en cliente.
Y no le busques mucha razón o lógica de por qué conectas con unas marcas o con otras. Puede ser que con unas compartas valores y que su ética sea como la tuya. Puede ser que te hagan reír, que te caigan simpático, que sientas que te entiendan.
Qué puedes hacer
Trabaja tu historia. Empieza a construir tu storytelling. ¿Qué debes incluir?
Quién eres, lo que haces, a quién ayudas, cómo trabajas. Tus valores y tu diferencia. Tienes que mostrarte (de los miedos a la visibilidad ya he hablado)
Ponte en la piel de tu audiencia. ¿Qué quiere escuchar? ¿Cómo puedes conectar con ellos?
Así que yo me comprometo. A darle alegría a mi contenido, a resucitar mi storytelling y a que Indiana Jones me saque de este laberinto. Estas próximas semanas le estoy dando chicha a mi Instagram a base de bien, por si quieres ver cómo lo estoy haciendo.
Y si quieres que te ayude, este verano estoy ayudando a otros emprendedores a que le den caña también a su historia.
Si te ha gustado lo que has leído, no te olvides de compartir este post en tus redes sociales.
¡Nos seguimos leyendo!
Si quieres más contenido sobre marketing digital, trucos en redes sociales y emprendimiento puedes seguirme en Instagram, Pinterest , Youtube y Facebook.
Imagen de Charles Deluvio en Unsplash
Deja una respuesta