Episodio 105 del podcast de comunicación estratégica, ¿Qué porras estoy haciendo? Sobre nuevos propósitos, o viejos renovados y de cómo hacer este año… un año de mierda o uno de ensueño.
Puedes escuchar aquí el episodio.
Y si eres más de leer, te dejo aquí la transcripción:
Transcripción episodio 105 ¿qué porras estoy haciendo?
¿Ya has comenzado tu año? Hoy comienza lo bueno, digo lo nuevo, digo lo bueno. Vengo yo, a ser original y a contarte esto de poner objetivos, tus propósitos para que este año sea un año de mierder o un año de ensueño. Y spoiler, si no te aguantas al final, en las notas del podcast tienes el link para descargarte mi plantilla de calendario de 2023. Que de verdad funciona! Dentro episodio.
Intro del episodio
¡Hola! Bienvenida al episodio 105 de ¿Qué porras estoy haciendo? el podcast de comunicación estratégica para marcas que quieren una comunicación y un negocio sostenibles, es decir, que se sostengan en el tiempo, con resultados, beneficios, salud financiera y una marca potente que les permite vivir de lo suyo.
Y después de habernos comido las uvas, bebido el champagne y esperado a los Reyes Magos como almas en pena, toca ese momento del año en el que los buenos propósitos hacen su aparición como un vendaval para desaparecer a las pocas semanas dejando una calma chicha y algo bastante de culpa.
Porque ahora es típico querer ponerse a quemar como locos los excesos navideños (¿solo excesos de turrón?) y a aprender un idioma o costura, y por fin, por fin, por fin, con eso que es lo que le va a dar la vuelta a tu vida y a tu negocio.
Porque queremos comernos el mundo y cambiarnos de arriba abajo
En uno de los últimos reels que he visto, Ophra Wimfrey le pregunta a una chica a la que está entrevistando (sorry que no te pueda decir quién es, pero no la conozco y no me quedé con su nombre), Ophra le pregunta: ¿qué pregunta debería hacerse cualquier mujer ahora, hoy en día? Y la chica responde: la pregunta que toda mujer debe hacerse es: ¿te gustas? ¿te gustas cuando estás contigo misma a solas?
Y wow, mi cabeza explotó un poco. ¿Que si me gusto? ¿Cuándo estoy a solas conmigo? ¿En la quietud de mi habitación, justo antes de dormirme, encerrada en el baño escondida de los niños y buscando algo de calma, o en esas raras tardes en las que los cuidan otros y yo me aburro en Netflix?
¿Me gusto? ¿Estoy satisfecha conmigo misma? ¿Qué me gustaría hacer? ¿Qué sueño tengo al que no le he dado espacio? ¿Qué me gustaría cambiar?
Y es normal que me responda que perder unos kilos, comer más saludable, que mis hijos coman menos donuts, sacar más tiempo para estar a solas con el marido, a solas conmigo misma, quedar con mis amigas más a menudo, ver menos la tele, leer más, hacer más ejercicio y que no falte la mascarilla semanal para el pelo y la cara. Ese ratito en el salón de belleza, ese paseo diario para conectar con una misma y la naturaleza aunque viva en la ciudad. Y meditar todas las mañanas junto con mi journaling.
Y no he empezado con el negocio. Aquí vendría lo de vender más, hacerme más visible, romper el techo de cristal que yo misma he construido y además pudiendo haber acabado el trabajo nieve, llueva o haga calor, todas las tardes a las 4, para poder tener así, una hora para mí, antes de meterme en el papel de madre. Muchas gracias.
O sea, la pregunta inocente de ¿te gustas? Me ha metido en una espiral de deberías y de tengos que que aburren a cualquiera. Y además es una trampa mortal.
Porque lo peor de todo, es que la teoría nos la sabemos. La teoría dice que es importante vivir por nosotras, tener claro desde dónde hacemos las cosas, desde dónde nos ponemos los objetivos o propósitos de años nuevo, ya sean para el negocio o para la vida familiar o personal, lo que queremos nosotras, no lo que dicta la sociedad o el referente de turno.
Pero al final, muchas caemos en querer cambiar cosas de nosotras porque nos da miedo que nos rechacen, o queremos la aprobación externa. O porque creemos que es el siguiente paso a dar. Que es lo que se espera.
Con tu negocio y comunicación pasa lo mismo. Tocaba tener una web, tocaba salir en stories, tocaba organizar un lanzamiento, crear un curso y toca llegar a tener equipo.
Hay que ser muy valiente para responderse con sinceridad a lo de si nos gustamos. O qué tiene que pasar para que te gustes. Y hay que ser igual de valiente para responder con sinceridad a lo que quieres que sea tu negocio y tu marca.
Esto no quiere decir que haya que conformarse, o sea, mejor quedarnos así que lo que pueda venir, pero la trampa de los propósitos de año nuevo, o de la planificación y objetivos está en la coherencia de por qué nos ponemos un objetivo y no otro. ¿De dónde viene ese deseo? ¿Es realmente nuestro?
Coherencia
Para mí coherencia significa que no hay conflicto entre lo que soy y lo que quiero y lo que estoy haciendo. Si sales a cenar y de copas pero lo que realmente te apetecía era quedarte en casa leyendo un libro pero porque no te llamasen sosa lo haces. O te pones con un lead magnet y un infoproducto porque es lo que te han dicho que toca en esa membresía high ticket a la que te apuntaste para por fin, hacer aún más rentable tu negocio.
La trampa
La trampa está en hacer cosas por querer encajar. Encajar en ese molde de éxito, de mujer empoderada, de mujer empoderada que es madre y ya está más cerca de la jubilación que del colegio. Que nuestro cuerpo encaje, que nuestra comunicación y negocio encajen. Nos morimos por entrar en el molde, no vaya a ser que nos rechacen o dejen de querer pero a la vez buscamos lo que nos diferencia.
¡Qué trampa todo!
Y sí, hoy quería hablarte de objetivos, pero a la vez dudaba si hacerlo porque no voy a ser la única que lo haga, es más, puede que ya vaya tarde, porque vas a escuchar este episodio casi a mediados de enero, y esto de los objetivos es taaaan 2022 que en fin. Pero soy madre y hasta hace menos de dos telediarios seguía con el árbol de navidad puesto en casa.
Así que allá voy, de perdidos al río y me tiro a la piscina con zapatos y todo.
Plan y objetivos 2023
Hablemos de plan y objetivos. El título de este episodio es un 2023 de mierda o un 2023 de ensueño. Y no es que planificar o ponerte un objetivo es lo que va a marcar la diferencia, pero sí en parte.
Seguro que te suena el cuento de la lechera que llevaba un cántaro de leche a vender al mercado e iba haciendo las cuentas del dinero que iba a sacar, de lo que iba a hacer con él y de lo mucho que iba a lograr con ese cántaro… hasta que se tropezó, se calló y el cántaro se le rompió. Ni comprar la vaca pudo, ni tener una mega granja con 3 mil vacas, ni le pudo poner un piso a su madre ni llevarse a la familia a Eurodisney.
Y yo entendí el cuento mal. O sea, mejor no soñar, porque como me tropiece y se me rompa el cántaro de leche, la leche que me voy a pegar va a ser monumental. O sea, por no sufrir en el futuro, por si no ocurre lo que quiero, mejor sufrir ahora, que no está pasando nada.
Así que ponerte objetivos y planificar, tiene mucho que ver con lo que quieres. De verdad y para ti. Y para tu negocio. Y aunque ahora esté de moda lo de vivir en el presente, porque la incertidumbre del futuro nos desconecta del aquí y ahora, nos genera ansiedad y eso no bueno, también tenemos que darnos el permiso de soñar. De soñar qué es lo grande a lo que aspiramos, lo que queremos en nuestras vidas. Con coherencia y sin que sea por encajar.
Quizás esto de planificar te cuesta porque toca ser sincera, porque como en el ejemplo que te he puesto antes tienes que hacerte la pregunta de si te gustas, o toca hacerse la pregunta de lo que quieres, lo que deseas, y esto de desear y de querer por nosotras mismas y para nosotras mismas no es algo a lo que estemos acostumbradas (gracias patriarcado) que nos has dejado en último lugar.
Así que ¿cómo planificar? ¿Cómo ponerse objetivos?
Primero, planificar es parte de #laestrategiadelamor. Es hacer hueco, espacio, priorizar tus deseos… porque planificar comienza con lo que quieres. Con cómo quieres que sea tu negocio, cómo te quieres posicionar. Y eso es ponerse objetivos. O sea, para planificar, necesitas objetivos.
Segundo, es momento de revisar. Lo que has vendido hasta la fecha (en número y si ha funcionado o no y en lo que se lleva tu cliente), tu modelo de negocio (o sea, cómo vendes, cómo ganas dinero y si tienes varias líneas de facturación, o solo una): tus precios (¿están alineados con tu objetivo? ¿te siguen sirviendo? ¿Son coherentes con lo que quieres y con cómo quieres hacer las cosas?).
Tercero. Ya tienes claro lo que quieres vender. Toca aterrizarlo en un plan. Para mí es mi calendario comercial anual y mi previsión de ventas. Y de ahí sale mi plan de marketing y mi calendario de contenidos.
O sea, que si lo que te agobia es qué publicar hoy y mañana… te contesto que lo primero es lo que quieres, tu objetivo. Desde hace 3 años llevo compartiendo mi plantilla de calendario, que en realidad es más muuucho más que el Excel con la plantilla, es este mismo método.
Y sí, todo comienza con tus objetivos, pero hay más variables como tus bloques, la estacionalidad o temporalidad de lo que vendes, tu sector y los días de.
Y como quiero seguir manteniendo este podcast en el rango de episodios no excesivamente largos y rápidos de consumir y además, tengo un lead magnet sobre calendario de contenidos que acabo de revisar y actualizar y donde te cuento mi método, el que uso con mis clientes y conmigo misma para planificarme, pues te invito a que te lo descargues. En las notas del podcast te dejo el link, pero si quieres, accedes ya www.saltoendigital.com/calendario-estrategico-redes-sociales Solo tienes que dejarme un nombre y tu email y te llegará a tu bandeja de entrada en segundos.
Y antes de despedirme, yo no sé si este 2023 va a ser de mierda o de ensueño. Pero para mí, este año es el de los permisos, los que me voy a dar para no encajar nada más que en lo que sienta coherente conmigo. Donde me pregunte si lo que voy a hacer lo hago por mí, o para otro, por encajar en el molde de madre superwoman que sigue autocuidándose y manteniéndose en forma a la vez que gana pasta gansa pero le da tiempo y siempre tiene ganas de acostar a sus hijos y leerles un cuento.
Si te ha gustado este episodio, gracias. Siento que he vomitado mis pensamientos. Espero que haya algo de orden en lo que he contado y que haya puesto algo de claridad en esto de poner objetivos y planificar y por qué nos cuesta tanto (resumen: porque a veces, los objetivos que nos ponemos no son los que nosotras queremos).
Recuerda que ahora el podcast sale cada dos miércoles, que te suscribas para no perderte ningún episodio y que si compartes con alguien te lo agradeceré eternamente, o si lo valoras también. Uno de mis objetivos este año es que este podcast llegue a muchas más personas.
¡Nos escuchamos en 2 semanas!
¡Aaaaadiós!
María. PD. Te recuerdo que si quieres revisar tu estrategia de comunicación o la de Pinterest o una asesoría personalizada para que te ayude, solo tienes que rellenar este formulario y nos ponemos a ello.