Si te dieras un paseo por mi feed de Instagram verías varias cuentas de marketing, gente del mundillo, muchas clientas, amigas, compañeras y luego de los podcasts y personalidades/influencers/blogueras a los que seguía antes en sus blogs. Y de este último grupo, lo que me encanta son sus contenidos de lifestyle. Por eso me enganché a la reforma de la casa de Jenna Kutcher o me encanta ver las fotos de madre orgullosa por hijo recién graduado de Mel Robbins. Y obvio que ninguna de estas dos grandes mujeres son conocidas por sus vidas personales, una tiene el podcast de crecimiento personal más escuchado del mundo y la otra un negocio millonario vendiendo formaciones online además de otro podcast de éxito. Ambas son speakers y han escrito libros.
Y además de su faceta profesional y de lo que hacen en ella, me encanta cuando comparten contenidos de sus vidas. Me encanta ver su lado personal.
Esto es porque el lifestyle vende, porque todos tenemos un gran cotilla dentro, porque admiramos tanto a personas, que queremos saber que son personas normales con días chungos, que van al baño y lloran de vez en cuando.
De esto va este episodio, de cómo incluir una parte de tu vida en tu marca, manteniendo tu privacidad e intimidad.
Episodio 152 del podcast de comunicación estratégica, ¿Qué porras estoy haciendo?
De conexión, vulnerabilidad y privacidad en tu comunicación de marca.
Lo escuchas aquí:
Y si prefieres leer, aquí tienes la transcripción del episodio
Bienvenida
¡Hola! Te doy la bienvenida al episodio 152 del podcast de comunicación estratégica, ¿qué porras estoy haciendo? de Salto en Digital. La que te habla es María Salto y por si no me conoces y quieres saber qué se cuece en mi vida, puedes encontrarme en Instagram por Salto en Digital, porque, ¿qué mejor lugar que Instagram para compartirme? ¿compartir la cara B, el backstage, de mi vida como madre emprendedora?
¿Es necesario contar nuestra vida?
Una de las cosas que más me han dicho en sesiones de valoración es esto de “yo no quiero compartir mi vida por Instagram”. O una variable del tipo “yo no quiero sacar a mis hijos, ni mi casa, ni dónde vivo, etc”. Y bueno, primero, nadie debería pensar que una marca se construye mostrando tu cocina, lo que comes, o lo que haces con tus hijos, y segundo, sabemos también que como marcas, tenemos que generar una conexión. Así que, ¿cómo se genera esa conexión sin contar de más, o sentir que tenemos que contar nuestra vida?
Diferenciación
Otra de las cosas que suelo hablar con mis clientas es el tema de la diferenciación. A pesar de vender productos similares que otras marcas, a pesar de ser por ejemplo, otra diseñadora web entre un millón, todos podemos decir que somos únicos. Yo parto siempre de que cada uno de mis clientes es diferente del de al lado, porque tiene una trayectoria única, una historia única. Ha estudiado en un lugar, en un momento único. Ha viajado, leído determinados libros, le gusta el rock, el punk o la copla. Tiene unos valores determinados, ha vivido cosas estupendas y ha superado algunas desgracias. Esto hace que tú seas diferente, y que tu marca lo sea también.
Las marcas, las personales también, es una construcción
Pero esto no quita que una marca, una marca personal también sea una construcción.
Creo que a veces lo de marca personal invita a pensar que como se basa en nuestras personas tenemos que compartir nuestra vida personal y para nada.
Repito que una marca y una marca personal son construcciones. Cada uno de nosotros la define, la crea y la muestra.
Cuando tu proyecto lo creas con otras personas, o lo creas como empresa, es fácil ver esta construcción separada de tu persona. No de todas las marcas conocidas se conoce al creador o su CEO tiene tanta marca como las prpias marcas. Se me ocurre el caso de Mosseri de Instagram, o de Elon Musk. O de Steve Jobs.
Y ni siquiera en el caso del departamento de comunicación de empresas grandes como el Banco Santander, Zara, el Corte Inglés, aunque conozcamos a los presidentes, CEOs de estas compañías, no esperamos que nos enseñen sus casa por dentro, ni a sus hijos, ni lo que comen o lo que leen… si no lo quieren utilizar como recurso para generar conexión con sus clientes, accionistas, inversores… con la sociedad.
Espero que no se te haya pasado lo que acabo de decir “a no ser que quieras utilizar parte de tu persona/vida como recurso para generar conexión”. Porque te interese, porque quieras que forme parte de tu marca personal.
La marca personal es una construcción, de lo que quieres transmitir, de lo que quieres que se vea, se sienta de quién eres y de lo que haces. Pero tú escoges los elementos que van a formar parte, los valores, tú pones los límites de lo que vas a mostrar de lo que no. Por ejemplo, forma parte de mi marca el ser madre. No lo oculto, lo cuento, lo utilizo para explicar lo que hago, cómo soy como emprendedora, como profesional… pero no muestro a mis hijos.
Y aquí haría un inciso, porque este en concreto es un tema espinoso que genera muchas reacciones viscerales. Y a mí me parece que cada dueña de neogcio, cada emprendedora, decide lo que muestra, lo que enseña.
Valores de marca
Por ejemplo, cuáles son tus valores como marca. En este último trimestre he tenido dos clientas, ambas con valores feministas. Una de ellas ha querido que ese feminismo más activista sea un valor visible de su marca. La otra marca no.
Y es que no todo lo que te gusta, lo que te mueve en tu vida, lo que te llena el cuore, o lo que te produce rechazo tiene que formar parte de tu marca.
En mi caso, resulta más sano establecer unos límites y una separación entre Salto en Digital y María. Aunque haya mucho de mí en mi marca.
A principios de este año, Jenna Kutcher hablo de 5 tendencias para este año, siendo una de ellas la autenticidad. Recordaba que las redes socailes surgieron para establecer relaciones, por eso lo de social en su nombre, y que además, con el boom de la inteligencia artificial, lo de mostrarse de manera auténtica sería tendencia este 2024. Y aunque ella es una persona que comparte mucho de su vida (o eso parece) seguro que no lo vemos todo. Es más, justo este año decidió, y explicó por qué, ya no iban a aparecer más en sus redes las caras de sus hijas. Esto te lo cuento para que veas que puedes tomar decisiones diferentes en cualquier momento. Y más sobre tu marca y lo que compartes.
Cómo ser una marca auténtica
Y ahora viene la pregunta, ¿cómo ser auténtica?
Lo primero, decide qué valores tiene tu marca, cuáles compartes con tu persona.
Segundo, qué es lo que quieres mostrar de tu vida, incluso si quieres que aparezca tu cara, salir en vídeo.
Tercero, dónde pones los límites. Por ejemplo, a mí me preocupa el tema de la seguridad, así que no muestro direcciones, o dónde vivo, a mis hijos… incluso cuando estoy de vacaciones. Esto quizás es porque he escuchado demasiado podcast de true crime jeje.
Y aquí otro ejemplo, que yo te cuente qué música me gusta, podcast que escucho, tipo de memes que me hacen gracia… son una manera de mostrarme de manera auténtica, como soy, y de que se vea a la María detrás de Salto en Digital.
Es la parte de mí que quiero que entre en Salto en Digital. Pero además, quiero que Salto en Digital sea una marca con valores de sororidad y feminismo, de igualdad e inclusión, de negocio de mujeres y para mujeres.
Vulnerabilidad en la comunicación
Y ahora, quiero abrir un pequeño melón, el de la vulnerabilidad. Hay una parte del storytelling, en la que tenemos a un héroe o heroína, a la que en un momento de la histria, toca fondo, para luego, salir adelante. Esto lo he visto en historias de marca de “dejar un trabajo de funcionaria porque no me hacía feliz”, a “llegué a tener 5 dólares en la cuenta del banco y vivía en la caravana de mis padres en el jardín” a “he tenido X problema de salud”. Que conste que estos ejemplos son inventados, aunque cercanos a la realidad. Y para mí no es el problema el contar una historia de vulnerabilidad, no es contar tu tipping point, o punto de inflexión. Es el sentir que hay que tener una de estas historias para conectar con tu cliente potencial.
Yo creo que todos tenemos nuestro lado cotilla, y que al ser humano le interesan las desgracias ajenas. Por ejemplo, si un influencer va a un restaurante y le tratan mal o le sienta mal la comida, todos queremos saber qué restaurante es. Y seguro que no mostramos tanto interés cuando ha comido fuera y todo ha ido de maravilla.
Lifestyle en tu comunicación
Y para ir terminando este episodio, te diré que creo que el lifestyle vende, que se genera conexión, igual que con historias y momentos de vulnerabilidad, pero que en nuestras marcas y en nuestra comunicación, tenemos que ser capaces de decidir qué contamos y que no, y no porque lo veamos así en redes que lo hacen otras personas.
Tu marca o tu marca personal es una construcción, hay una parte de ti, pero tú eres mucho más que tu marca o tu faceta como emprendedora. Y si quieres conectar y practicar la autenticidad, genial, y no significa que lo cuentes todo, compartas todo, muestres todo.
Sé que además este es un tema en el que es casi imposible no juzgar. Yo sé que lo hago, cuando veo lo que cuentan otras marcas, a veces sí es una crítica hacia ellas, porque me parece que muestran de más, otras hacia a mí, porque pienso que no me estoy mostrando lo suficiente. Como ves, no lo tengo claro todavía. Pero como marca, como emprendedora, como profesional de la comunicación estratégica, sí que te diría que construyas tu marca y que le dediques un tiempo a decidir qué quieres contar y qué no.
Y ahora sí que sí, me voy a despedir, no sin antes recordarte que en las notas del podcast tienes las formas de conectr conmigo fuera de este podcast.
Tu calendario de contenidos estratégicos
Si quieres trabajar tu comunicación en redes sociales, con un calendario de contenidos estratégico y con mucho sentido, aquí te dejo mi método para tener ideas de contenidos, de posts y publicaciones, que te ayuden a generar marca, conexión y vender.
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Nos escuchamos la semana que viene
¡aaaaaadiós!