Cuando comienzas a emprender las dudas se convierten en inseparables compañeras. Cómo podemos trabajar la mente para convertir esas dudas en confianza hacia nuestras capacidades y nuestro proyecto.
Esta semana pasada ha sido muy intensa, así que voy a dejar el contenido que tenía pensado publicar y me voy a quedar con un reflexión a la que vengo dándole vueltas los últimos días. ¡Y es que no hay nada como hablar con otras emprendedoras para removerte por dentro y encontrar inspiración!
Con el primer mes cumplido de 2017, parece que tras estos primeros 31 días se han ido desvaneciendo los famosos propósitos de año nuevo (inciso: ¿alguien más huye de estos propósitos como de la peste? Es cierto que todo el mundo necesita un poco de motivación para ponerse en marcha, peeeroooo, es demasiado, he visto propósitos hasta para ser más regular e ir al baño cada día). Así que este año no he hecho un listado de propósitos que no voy a cumplir, ni siquiera unas buenas intenciones que tampoco voy a seguir. Ni con mi negocio ni en mi vida personal (eso no quita que me haya hecho un plan de marketing con sus objetivos bien claros, una cosa no quita la otra 😉 ). Este año me he apuntado al carro de las palabras. He escogido una que voy a aplicar tanto a mi vida profesional como personal. ¡Tachán! Mi palabra es CONFIANZA.
¿Y qué tiene que ver esto con el título del post, con el poder de la mente?
Escuchando a otra emprendedora hablando de las zancadillas mentales que nos ponemos habitualmente casi sin darnos cuenta, tuve la sensación de que poco a poco algo iba encajando en mi cerebro. De hace un tiempo a esta parte voy asumiendo el gran papel que juega nuestros pensamientos en el éxito que tenemos en las empresas* que comenzamos (*me refiero a empresas como las tareas o proyectos que queremos realizar, tanto si es a nivel profesional o personal). Una parte del trabajo lo tenemos hecho si creemos que podemos… Pero ¿cuán poderosa es la mente y cómo podemos hacer que juegue a nuestro favor? ¿Basta con pensarlo?¿Cómo conseguimos creérnoslo?
Aquí es donde entra mi palabra para este año: CONFIANZA, así con mayúsculas y negrita. Este año voy a tener confianza en mí. Soy una persona como tú, con sus miedos, inseguridades, sus habilidades y puntos fuertes. Así que voy a trabajar la confianza en mi proyecto. El trabajo duro, unos objetivos claros, estrategia y acciones bien planteadas y personalizadas a mi negocio me van a acercar a donde quiero estar. Voy a confiar que mi plan es el bueno, que el dinero y el tiempo invertido en mi proyecto va a dar sus frutos, de hecho, con un mes de este año ya estoy viendo resultados.
¿Y cómo puedes aplicar tú la confianza en tu negocio?
La confianza significa que aunque hoy llueva, mañana puede salir el sol.
Confianza es trabajar tus capacidades. Es seguir formándote y aprender cada día.
Es aprender de los errores cometidos.
Confianza es perder el miedo al fracaso. Peor es no haberlo intentado.
Es seguir llamando hasta que alguien te abra una puerta.
Es sonreír al que ni te ha saludado.
Es estar feliz con lo que haces.
Confianza es dudar lo justo y seguir adelante.
Es mirar atrás y sentirte satisfecha.
Confianza es disfrutar de pequeñas y grandes tareas.
Es buscar comunidad, no competencia.
La confianza te acerca a personas estupendas, otras emprendedoras como tú.
Es apostar por ti, por tu idea, por tu pasión.
Es esperanza.
Confianza es seguridad.
Si te ha gustado lo que has leído, no te olvides de compartir este post en tus redes sociales.
¡Nos seguimos leyendo!
Si quieres más contenido sobre marketing digital, trucos en redes sociales y emprendimiento puedes seguirme en Instagram y Pinterest.