Un lanzamiento tiene como objetivo principal vender productos o servicios, o sea, conseguir tus objetivos económicos y, además posicionarte como autoridad y/o experto en el tema. Para ello toca ponerse delante del mundo y gritar quién eres y lo que ofreces. Y esto, a veces se nos atraganta. En este post te cuento lo que he aprendido al lanzar mi último curso.
¿Qué es un lanzamiento?
Tomo la definición de Puro Marketing porque me parece muy acertada.
El lanzamiento de un producto o servicio nuevo consiste en una serie de actividades tácticas de comunicación y publicidad. El objetivo principal de esas acciones de comunicación es introducir ese producto nuevo en el mercado y posicionarte como solución en relación a las necesidades de tu cliente y frente a tus competidores.
Pero lanzar un nuevo producto o servicio en el mundo de los emprendedores digitales, de las marcas que operan en internet, es solo el principio.
Eso es lo primero que he aprendido de lanzar mis propios productos y cursos.
Qué he aprendido de lanzar mis propios cursos
- Que el lanzamiento es solo el principio de un proceso. Que este proceso es largo y absorbente, y que hay que gestionar muy bien la energía. Mi estrategia habitual para lanzar mis productos suele ser mediante un webinar o masterclass en directo. Es la que más me gusta, porque me permite estar en directo con las personas interesadas. Este tipo de lanzamientos tienen varias fases: captación de personas interesadas en el producto y para que se apunten al webinar; el propio webinar; y la venta. He aprendido a las malas que con el webinar no se termina el lanzamiento.
- Por eso es necesario prepararse sobre todo para la fase de venta o de apertura del carrito. Todo lo que puedas dejar preparado de publicaciones en redes sociales y de los emails que tienes que mandar te ayudará enormemente.
- Resérvate un tiempo para descansar una vez que se cierre el carrito. Por eso mismo, mis cursos suelen empezar un par de días después del cierre de carrito (a no ser que ya tenga todo el contenido listo antes).
- Pon una fecha de cierre de carrito: yo no me creía que funcionase tan bien esto, pero es cierto. Saber que nos vamos a perder una oferta muy jugosa y que mañana no estará disponible es lo que al final nos hace decidirnos (saber que siempre tendremos la oportunidad de entrar, nos pone en “bueno, si eso, el mes que viene”).
- No tengas miedo de enviar muchos emails con la información de lo que ofreces. Sí, habrá muchas personas que se den de baja aduciendo que los emails son muy frecuentes. Pero tu comunidad, aquellas personas con las que de verdad has conectado, se quedarán. Yo estoy dentro de muchas listas, de personas que me encantan, de la competencia, de marcas que me inspiran, de algunas que quiero saber sus novedades… y entiendo perfectamente que a veces toca vender. Si no me interesa lo que venden, elimino los emails y listo. No te agobies si hay personas a las que le parece mal que vendas porque en serio, vender es un acto de amor hacia tu marca, hacia ti y hacia lo que haces.
- Los negocios necesitamos comunicar (y vender) para ser sostenibles. Para que sepan lo que hacemos hay que mostrarlo. O sea, que toca ponerse delante y gritarlo a los cuatro vientos. VENDER ES UN ACTO DE AMOR.
- Planificar y poner en marcha un lanzamiento no es solamente trabajar por lograr tu objetivo económico, sino que es un ejercicio de confianza en ti y en lo que ofreces. Cuando no llegan las ventas al ritmo que esperas, cuando nadie compra, es muy fácil caer en la trampa de si no me compran, es que yo no soy buena. Yo no valgo. YO NO SOY MIS RESULTADOS.
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¡Nos leemos pronto!
María
