Todos los días son un nuevo comienzo. Cómo superar y pasar página cuando ayer (y/o antes de ayer) no fue lo productivo que querías.
Todo el mundo tiene un mal día. El paquete con el regalo para la fiesta de esta noche y que estabas esperando no llega, se te quema la cena, se te olvida el paraguas y empieza a diluviar. Igual en tu negocio: un cliente te llama y necesita adelantar la fecha de entrega una semana y te tocan horas extra, el servidor de tu web se cae y el servicio técnico va a tardar 24h en solucionarlo, te enfrentas a una crisis de comunicación o tus pedidos no salen del almacén a tiempo y tienes que lidiar con clientes enfadados.Siendo bloguero o pequeño emprendedor muchos de estos problemas los tienes que solucionar tú solo: acudir al banco, rellenar y pagar los impuestos, actuar como servicio de atención al cliente. Pero también aprendes muchas cosas, como resolver esas pequeñas cuestiones técnicas con tu web, un poco de programación, diseño web y fotografía. Te conviertes en casi un experto en temas legales, y con un poco de suerte aprendes a aprovechar tu tiempo y no perderlo en la máquina del café. Sobre todo al principio, cuando no puedes externalizar esas tareas porque no puedes invertir más dinero en ello. Así que cuando te surge algún pequeño (o grande) contratiempo que desbarata tu rutina, tu trabajo diario y tus planes pueden verse afectados. Es el momento de respirar hondo y aplicar esa paciencia que no te sobra.
Pero como no de paciencia se solucionan tus problemas, te propongo estos consejos, que te pueden ayudar a superar los malos días en tu negocio:
- Lo primero de todo, diferencia cuáles de esos problemas están o no en tu mano resolverlos. Si es un problema técnico o legal que tú no puedes solucionar, no te agobies mas de la cuenta, y lee el siguiente punto.
- Contrata la ayuda necesaria: tu tiempo es oro, es de lo que vives, así que tienes que aprender a discernir cuándo puedes solucionar tú el problema o necesitas ayuda externa. No pierdas más tiempo del imprescindible resolviendo problemas que se escapan de tus competencias. Sobre todo, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad y puedes empeorar la situación.
- Prioriza: si un cliente te adelanta la fecha de entrega una semana, tendrás que revisar tu plan de trabajo para los siguientes días. Pero primero, ten claro que lo puedes asumir. Muchas veces decimos que sí a todo, sobre todo cuando estamos empezando, por miedo a perder al cliente o porque queremos demostrar que somos capaces de cualquier cosa, pero si lo que te piden es imposible, tu trabajo va a perder calidad o no es lo acordado, también puedes hablar con tu cliente y tratar de llegar a un acuerdo. Si aún así tienes que revisar tu plan de trabajo, prioriza las tareas más urgentes y si puedes delegar, delega.
- Delega lo que puedas: como pequeño emprendedor, muchas veces nos sentimos solos contra el mundo y vemos el pedir ayuda como un signo de debilidad. Pero si miras tu alrededor, verás que hay gente dispuesta a ayudarte con pequeñas tareas que aligerarán tus días más negros.
- Recurre a la comunidad: busca ayuda para solucionar esos problemas. Internet está llena de pequeñas y grandes comunidades que se ayudan.Busca en las redes sociales comunidades con tus mismos intereses, es probable que el problema que estás teniendo ya lo haya sufrido alguien y haya encontrado una solución, y escrito además sobre ello. Busca compañeros de viaje, no competencia.
- Ten paciencia: respira hondo, camina cinco minutos, pasa a una tarea automática que puedas resolver en 15 minutos y que te ayude a despejar la mente. Es probable que la solución que buscas se presente cuando te encuentres más relajado.
Y recuerda, cada día es un nuevo comienzo: hoy empiezas de nuevo.
¿Cómo te enfrentas tú a esos malos días? ¿Cuál es tu truco infalible para superar los problemas?
¡Saludos y nos seguimos leyendo!
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